Soy artista y docente.

Heredo de mi papa el gusto por lo manual. Hacedor de mis pequeños muebles, con los que yo jugaba.

Vengo de una familia con mujeres fuertes. De encuentros con patio lleno de sol y una mesa infinita.

Me mueven las historias de mujeres intensas.

Los judas de Carmen Caballero. La danza de Pina Bausch. Las abuelas que buscan.

La mujer y la casa, el nido.

Lo tibio, la naturaleza.

Me inquietan las historias detrás de los rostros, los objetos que hablan de la memoria.

Creo en el mundo visto desde la mirada de un niño. La curiosidad, la sorpresa. La infancia, donde todo es posible.

Dibujo lo que miro con todos los sentidos. Y muchas veces quiero que lo que dibujo tome cuerpo, en el espacio.

Trabajo con fotografías que me generan recuerdos, donde la gente mira a la cámara y en esa quietud, podrían decir tantas cosas. Cuerpos quietos, miradas que hablan, que atraviesan el tiempo y el espacio.

Y la palabra. Necesito la palabra, la poesía siempre, muchas veces los textos que escribo son disparadores de las imágenes y viceversa.

Me alegra pensar que el arte cura. Calma. Abraza. Eriza la piel.

Creo en abrir las puertas para que otros puedan ver esto que soy..

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